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La Revolución Vintage llegó a la industria fílmica: El Renacer de las Cámaras Súper 8

Si a la nueva tendencia de resucitar viejos procesos, tendencias o incluso aparatos que fueron de nuestros padres o abuelos, tales como los discos de vinilo, los cassetes o el repentino renacer de las tiendas musicales o de video que parecían morir con el final de Tower Record o Blockbuster y el nacimiento de iTunes, Spotify o Netflix; e inclusive la muerte de los antiguos formatos de fotografía y video que caben ahora en el celular o tableta pareciera que se revirtiera con el nuevo lanzamiento de Kodak: La Camara Super 8.


La nueva Camara Super 8 presentada en CES 2016 - Foto tomada de Kodak International


Si, esa misma cámara que cualquiera de nuestros ancestros tuviera entre los años 60 a 80 y que en el caso de Colombia pareciera ser la fuente de grabación de grandes como Luis Ospina, Caros Mayolo o Andres Caicedo renació entre los muertos y los mercados de las pulgas que ante la decisión de la compañía que durante años fue pionera del proceso de grabación y revelado de las películas fotográficas y cinematográficas del mundo cayeran nuevamente en mano de los coleccionistas que pagan exorbitantes sumas por recuperar estas piezas que fueron desechadas por Betacam de Sony y las grabadoras de cinta VHS a finales de los 70 y principio de los 80.


Pero tal vez mas de un amante de este formato que fue la causante de la liberalización del formato video en el mundo se pregunte como Kodak, la misma que en 2010 estaba al borde de desaparecer pensara en traer al mundo de nuevo a este viejo conocido y más allá de ello, cualquiera se pregunta cómo competirá frente a las cámaras digitales de video o inclusive con los iPhone o cualquiera de los celulares inteligentes que ofrecen mejor resolución o facilidad de poder grabar, editar y presentar.



En palabras de Nicholas Rangel, Jefe de Prensa y Relaciones Públicas de Eastman Kodak International a Impacta, el origen de este renacer de una cámara vintage como la Súper 8 surge gracias a que en el año 2015 se cumplió 50 años del nacimiento de este producto insigne de la compañía estadounidense, y de la cual generó en el mundo audiovisual un resurgir al restaurar no solo las cámaras creadas por Kodak, sino de otras cámaras famosas como las hechas por Canon, o de sus rivales europeas que fueron la sensación en este continente a mediados de los 70; y ante el resurgir de este producto que parecía haber sido puesto en los anaqueles o junto a piezas viejas de las ventas de garaje, a inicios de este año la empresa le aposto a resucitarla ofreciéndola en una versión hibrida de rollo 8mm y tarjeta SD, además de contar con nuevos aspecto que cuentas las actuales cámaras digitales, sin dejar ser análoga en su estilo y esencia.


Publicidad de la primera Cámara Super 8 de Kodak en Colombia - Imagen tomada de Periódico El Tiempo Agosto 4 de 1966


Para muchos del circulo audiovisual del mundo ven como el resurgir de este juguete fílmico de la época donde la moda hippie, el sueño del espacio, la guerra fría, Vietnam y la transición a un mundo digital como se vería al morir los 70, creen que esto es igual que al músico es el renacer de los discos de vinilo al sentir que estas cámara aunque anticuadas reflejan más el humanismo del cine, del filmar con la pasión, con los errores que se vuelven al final hermosos, de las manchas de la película y de las vidas que se graban en medio de estas cintas, cosa que a pesar de que lo digital ofrece facilidades y convierte todo en una imagen literalmente perfecta, hizo perder el amor por filmar convirtiéndolo en una rutina que ha invadido la web o que ha llevado a que lo casero pase de ser romántico a ser monótonamente perfecto.



Su uso aunque casero fue también causal de grabar rocesos como las Marchas de Mayo del 68, Woodstock o momentos de la Guerra de Vietnam, y en Colombia ser producida Oiga Vea de Carlos Mayolo y Luis Ospina en 1971 - Imagen tomada de Luis Ospina



Por otra parte, pareciera que el renacer del Súper 8 fuera más por la nostalgia de las generaciones pasadas, pero según lo investigado por Kodak, el mercado que ha vuelto a usar estos dinosaurios de la industria fílmica son los jóvenes entre los 21 a 30 años que en el caso de los hogares estadounidenses y europeos han probado como grabar en las viejas cámaras de sus padres o abuelos y les quede gustando su formato y su esencia como producto audiovisual, lo que ha puesto en entredicho la ignorancia o el reemplazo de los Millenials por lo digital, volviendo a los mismos orígenes de los aparatos que hoy usan y que al final saborean quedando el gusto por su uso; para el caso de Colombia, muchos de los que compran las ya incluso dañadas cámaras son personas de la misma edad según Carlos Rivas, un vendedor en el mítico Mercado de las Pulgas de San Alejo, que por sumas incluso de 500.000 o 1.000.000 de pesos compran los de la generación Y las mismas cámaras que hace 2 o 3 años valían apenas y con buena suerte se vendian en 50.000 o 100.000 pesos.


Y aunque no se confirma la fecha para que llegue a Colombia, muchos de los apasionados del cine y en general de la industria audiovisual que quieren que las cámaras de la generación Baby Boomers vuelva a los estantes de las también renacientes tiendas de fotografía o incluso en los almacenes especializados vuelvan a ver no solo el aparato sino las famosas cintas que en el país dejaron de venderse a inicios de los 90, reemplazadas por los Mini DV y en el nuevo milenio con las Memorias SD. Así que prepárese a ver como una empresa de vieja data con un aparato de también vieja data atraiga a los que parecemos vivir en la vida digital pero que nos encanta probar lo que la realidad hizo de nuestros mas viejos.

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