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Cronicas de Calle: El amor por los olvidados de 5 Huecos



Esta es la cronica de Karen, una mujer que por 1 noche en Bogotá sacrificó su descanso o una noche de rumba en la ciudad para ayudar junto al equipo de la Fundación Pocalana y los voluntarios de Activistas Constructivos a los que hoy parecieran zombies de una selva de concreto que pareciera no ser compasiva del dolor de la humanidad. Esta es su historia:


Ayer nuestra noche inicio agitada, entre más se acercaba la hora del encuentro más sonaba mi celular con personas comunicándose para aclarar los últimos detalles, creo la verdad que todos estábamos nerviosos, llenos de dudas y la duda más frecuente fue siempre sobre la seguridad y era entendible íbamos a estar a media noche en "5 huecos" uno de los sitios que dicen es de los más peligrosos de Bogotá.



A las 8:20pm empezaron a llegar los primeros y la ansiedad todos estaba por las nubes. En la esquina de una calle estaban nuestros amigos de Pocalana esperándonos con una camisa roja, una van blanca, muchas bolsas de comida y una sonrisa enorme dándonos la bienvenida, dijeron q era uno de los grupos más numerosos que habían tenido.

Cuando estuvimos completos el grupo de Pocalana nos convocó a reunión, recuerdo a Alejandro uno de loa líderes de Pocalana preguntarnos ¿Cuál es su expectativa hoy?

Por unos segundos hubo un silencio total, algunos tratamos de responder pero la verdad es q no es una pregunta fácil de responder


Fredy y otros de los líderes de Pocalana continuaron la reunión dándonos las instrucciones y reglas de la noche, fueron muchas, pero recuerdo dos especialmente:

1) Hoy vamos a ser ladrones de sonrisas, los habitantes de calles están inmersos en la soledad, así que hoy vamos a robárselos a la soledad. 2) Cuando digamos "despídanse que nos vamos" nos despedimos y nos vamos, pero cuando digamos "a los carros ya" nadie se despide ni pregunta, solo se sube corriendo al carro porque puede estar pasando algo grave, tal vez alguna pelea entre ellos que suelen ser con cuchillo.



Todo este proceso de preparación nos llevó al rededor de una hora y media, eran las 10pm y estábamos listos para arrancar así que decidimos tomar una foto para el recuerdo. Fue en ese momento que mi ansiedad se convirtió en felicidad, porque cuando tomamos la foto note por primera vez la verdadera cantidad de amigos que fueron, éramos 51 personas, la convocatoria más grande que ha tenido Activistas hasta la fecha.


La van de Pocalana junto con los 7 carros arrancamos en caravana, todos con las estacionarias prendidas rumbo a nuestro destino "5 huecos"


Mientras manejaba por la Cra 30 hacia al sur la felicidad crecía, estaba contenta de ver que mis amigos y mi familia habían ido a la cita, y que ellos a sus vez llevaban sus amigos y sus familias. Una cita que esperaba cambiara nuestras vidas.


Cuando entramos a 5 huecos de golpe mi felicidad de esfumó, el sentimiento q tenía ahora era todo lo contrario.

No estoy segura que palabras usar para describir 5 huecos, tal vez porque nunca en mi vida había necesitado describir un lugar así

De algún lugar oscuro salió una niña preciosa con un moño morado en el pelo, venía hacia nosotros caminando sola en medio de todos los habitantes de la calle del sector, Juliana estaba cumpliendo 9 años y los de Pocalana le llevaban torta, velas y regalo, todos le cantamos feliz cumpleaños en medio de la calle y fue donde vi a la primera persona de nuestro grupo llorar.


Se empezaron entonces a acercar los habitantes de sector a saludarnos, al principio todos nosotros estábamos en un solo grupo compacto, quietos, callados, los habitantes 5 huecos tenían música así que eso rompió el hielo y dio primer paso para sacar sonrisas e iniciar conversaciones.

En cuestión de minutos ya estábamos todos dispersos, cada uno hablando con personas del sector, oyendo sus historias y riendo juntos.

Roberto es una de las personas que más recuerdo de 5 huecos, el cuenta que tuvo una empresa de Frutas y es amante de Chespirito, así que duramos hablando un largo tiempo sobre todos los personajes de Chespirito con el.

De pronto uno de los integrantes de nuestro grupo le preguntó "¿Y porque le gusta tanto?" Y Roberto respondió "Me veía todos los programas porque siempre esperaba que en alguno de ellos la mamá del Chavo apareciera"

En medio de la conversación Roberto citó una frase de Martin Lutter King "No me preocupa tanto la gente mala, sino el espantoso silencio de la gente buena"


En medio de la conversación fue bonito levantar la mirada y ver esa imagen de personas charlando y riendo sin más ni más.

Amigos y familiares q me llamaron ese día llenos de nervios estaban ahora todos distraídos charlando con los demás.

Fue bonito también ver a mis amigos repartiendo AguaPanela y comida mientras hacían bromas con la gente del sector.

Fue lindo ver a Laurita una de las niñas de nuestro grupo quien tiene 13 años acomodarle el moño morado a Juliana y sentarse a charlar juntas en un anden.


Nos despedimos y nos subimos de nuevo al carro, y a pesar de que nosotros fuimos los que llevamos una AguaPanela con comida, sentíamos q éramos nosotros quienes en realidad deberíamos estar agradecidos con ellos por tantas enseñanzas de vida.


De repente escuche a alguien decir "Yo pensaba que nosotros éramos la gente bien y ellos la gente mal, pero es al revés porque ser indiferente ante el dolor de los demás no puede ser de gente bien"

Cuando llegamos a Plaza España estaba Germán, con el jugamos ¿Quien quiere ser millonario? ... Y Germán a sus 50 y pico años, con barba larga, con el aspecto de un habitante de calle y el vocabulario e intelecto del CEO de una compañia, nos dio sopa y seco en el juego, nos gano y por mucho. Y eso que nos dio la opción de llamar a un amigo!

Germán es amante de la literatura, su autor favorito es Cortázar y conoce de memoria todos los dioses griegos, habla inglés y francés y es un ser humano amable, todo un caballero.


De pronto se escucho un alboroto y es que se estaba iniciando un partido de fútbol pasada la media noche en medio de la Plaza España, se armaron equipos, 4 ladrillos formaron los 2 arcos y el juego empezó. En ese juego fue donde Laurita la hija de Johana obtuvo su apodo "Laurita súper campiones Ospina" por sus habilidades en la cancha.


Cuando salimos de Plaza España, Alejo uno de los organizadores de Pocalana nos dijo "ya salimos de los dos parches más duros, ahora vamos a otros parches más suaves, entre ellos los viejitos de City Tv"


Así que de vuelta en el carro rumbo a City TV pensé: "Bueno si estos eran los parches duros y nos divertimos tanto, jugamos fútbol, jugamos quien quiere ser millonario, conocimos gente maravillosa, pues lo q viene es mejor...


Parqueamos en City TV y en mi opinión el panorama fue todo lo contrario a "más suave" En la esquina habían al rededor de una decena de señoras y señores de más de 70 años, delgados, con su pelo totalmente blanco, en el piso acostados tapándose con cobijas y cartones.

Ellos a diferencia de los demás habitantes de la calle que conocimos antes no se pararon a saludar, no se acercaron, parecían estar tan cansados que no podían hacerlo.

Y para mí ese fue uno de los momentos más duros de la noche, porque al ver sus caras inmediatamente pensé en mi abuelita y en mi abuelito y mi corazón se partió en dos.

Nos acercamos a entregarles la AguaPanela caliente y una de las señoras de unos 80 años estaba tan sumergida en su sueño que no pudo estirar la mano para recibir nada, no quería comer, solo dormir

Depronto alguien aviso que la AguaPanela caliente se acabo y quedaban 4 viejitos sin tomar y sentí que mi mundo colapsaba por segunda vez. Así que con Samuel y Handres nos fuimos entre calles buscando más AguaPanela y gracias a Dios conseguimos las q faltaban.

Samuel en ese momento me hizo un comentario que me quedó grabado en la mente, él me dijo: "Yo pensé que con todos esos problemas que ellos tienen no iban a creer en Dios, pero mira q todos me dicen: Dios lo bendiga"

Seguí caminando y pensando en lo q había dicho Samuel y llegamos de nuevo a donde los abuelitos con las AguaPanelas que faltaban.

Después llegó el turno de repartir la comida.

Los voluntarios llevaba arroz con pollo, y cabe resaltar que era uno de esos arroces con mucho pollo hecho con mucho cariño por unas señoras de la fundación. Pero por cosas de la vida el arroz con el transcurrir de las horas empezó a oler mal, me cuestiono mucho a mí misma como el destino permite q algo así pase, cuando digo con certeza q fue hecho con tanto cariño, cuidado y esfuerzo casi, casi parecía una broma de la vida.


Todos los muchachos de Pocalana a inmediatamente dejaron de entregar arroz, como plan B tenían pan y galletas, lo cual nos saco un poco del apuro. En ese momento, se me acercó uno de los habitantes de calle, me dijo que el arroz olía mal y me lo devolvió Era verdad, olía mal, y en esa esquina a las 2 am me encontraba yo votando a una caneca de la basura el arroz con pollo mientras q a metro y medio los abuelitos en el piso me miraban con hambre...

Fue allí donde no sólo mi corazón sino q mi vida se partió en 2, fue en ese instante donde empecé a llorar inconteniblemente y hasta ahora no he podido detenerme...


Creditos fotograficos. Grupo Activistas Constructivos y Fundación Pocalana

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