¡Que vivan los paramos colombianos!
La Corte Constitucional, tras estudiar una demanda interpuesta por miembros del Polo Democrático contra el Plan Nacional de Desarrollo, prohibió la explotación minera en los páramos del país. El alto Tribunal tumbó un parágrafo del Plan Nacional de Desarrollo aprobado en el 2014 y que permitía que proyectos de explotación minera y de hidrocarburos con licencias antiguas pudieran seguir operando hasta la terminación de los permisos y sin posibilidades de una prórroga. El artículo 173 del Plan Nacional prohibió las actividades agropecuarias, de exploración o explotación de recursos naturales no renovables o la construcción de refinerías de hidrocarburos en zonas de páramos, previamente delimitadas por el Ministerio de Ambiente. Pero un parágrafo de esa norma permitía que proyectos que tenían licencias o contratos ambientales previos al 9 de febrero del 2010 pudieran seguir operando hasta su terminación. Ese párrafo también permitía que siguieran operando proyectos de hidrocarburos con licencias anteriores al 16 de junio del 2011. ¿Por qué los páramos son tan importantes? En Colombia hay 1.400.000 de hectáreas de páramos. Es una fábrica natural que produce el 70% del agua que consumen 85% de los colombianos. Los páramos son esponjas que regulan los flujos del agua por su alta capacidad de retener líquido en sus suelos. Colombia tiene más del 60% de los páramos a nivel mundial. Boyacá es el departamento con más páramos en el país, seguido de Cundinamarca, Santander, Cauca, Tolima, y Nariño. Los páramos retienen grandes cantidades de gases de efecto invernadero. Se estima que el subsuelo de este ecosistema retiene más de 1000 toneladas de CO2 por hectárea, mientras que el de la selva retiene 50 toneladas por hectárea. Los páramos son muy frágiles frente al cambio climático, pues este ha tenido un impacto sobre las lluvias que los nutren y el aumento de la temperatura reduce sus espacios. Según el Ideam, de aquí a 2030, 56% de los páramos podrían desaparecer. La minería, el avance de la agricultura, la urbanización son también amenazas graves para la conservación de los páramos.
